El Ciberacoso
¿Qué es el ciberacoso?
Muchos ya saben qué es el ciberacoso, pero digámoslo otra vez y digámoslo bien claro. El ciberacoso, ciberbullying, o cibermatoneo como lo quieren llamar ocurre en redes sociales cuando muchas personas, a punta de chistes, fotos, comentarios, atacan directamente a alguien de forma repetitiva, hiriente o amenazante.
Años atrás
Los abuelos de nuestros abuelos ya se juntaban para molestar a alguien y eso es siempre ha sido peligroso. Pero esta vez hay algo diferente: la magnitud. Lo que antes pasaba entre los vecinos de la cuadra o los compañeros del salón,con las redes sociales puede pasar en todas partes y a toda hora. Además, puede involucrar a millones de personas.
Diferentes formas de verlo
Se entiende mejor como funciona el ciberacoso cuando se piensa en la historia desde la perspectiva de sus tres protagonistas: el acosado, el acosador y los espectadores. Empecemos por el acosador. Por alguna razón, aparece alguien al que le da por hablar mal de otra persona en internet, casi siempre en redes sociales. Esto puede ser en forma de burla, chisme, insulto o lo que sea. Lo posteado queda ahí a la vista de amigos, familiares, conocidos, desconocidos, extranjeros y extraterrestres. La mayoría de las veces no le importa a nadie, pero hay otras en que produce una reacción en cadena. Las respuestas de los demás mantienen el comentario visible y la bola crece. Crece tanto que ya no se puede borrar y crece tanto que llega el momento en que el acosador se arrepiente de haberlo puesto. Sin embargo, lo más curioso es que el acosador rara vez se da cuenta del rol que está cumpliendo. Desde su punto de vista, él puso un chiste tonto y ya, inconsciente de que un millón de chistes tontos cruzan la barrera entre la comedia y la tragedia. Un día entras a Internet y ves que alguien dijo una babosada acerca de ti. Te vas a la cama triste, pensando que el mundo es un lugar hostil y esperas que al otro día todo haya terminado. Y sí, la mayoría de las veces no pasa nada, pero de vez en cuando la cosa pasa a mayores. Todo el mundo está hablando de lo mismo, exponiendo tu intimidad, juzgando, criticando y diciendo sandeces. Empiezas a ver que esto pasa en todas partes y a toda hora, que no puedes huirle a ese tipo de mensajes que pueden ser racistas, homofóbicos, misóginos, clasistas o discriminatorios. Y aquí ocurre un enorme desbalance. Mientras que los acosadores ni siquiera se dan cuenta de lo que están haciendo el acosado lo vive como si todo el planeta estuviera en su contra.
¿Y que pasa con el espectador?
El comentario le llama la atención. Le parece chistoso, acaso inofensivo. Entonces, lo comparte o se queda callado. Y ya, sigue en sus cosas. Al otro día entra y ve que hay una marea de hostilidades. Pasan los días y la ola sigue. Ni él ni nadie la pueden detener. Ya es demasiado tarde. Al principio el espectador no le da importancia a nada, pero al final descubre que ha sido parte de una tragedia. Eso es el ciberacoso. Lo mismo que hacían los abuelos, pero a una escala mucho más destructiva.
¿Cómo evitarlo?
La repuesta puede extenderse en múltiples estrategias, pero también puede resumirse en un concepto: conciencia. Tomar conciencia nos permite entender que el ciberacoso puede destruir a una persona porque la escala de los ataques desborda nuestra imaginación. Esta misma conciencia nos sirve para ayudar a alguien a subir su autoestima cuando está siendo atacado. Incluso, nos da la sensatez de toda figura pública de toda celebridad que aprende a ignorar los millones de ataques que recibe. El ciberacoso es un peligro que debemos reconocer. Pero, también, es una realidad que hace parte del mundo digital.
1) Díselo a alguien Según DoSomething.org, solo una de cada 10 víctimas habla con un adulto de confianza sobre el acoso online; sin embargo, el 68 % de los adolescentes está de acuerdo en que el ciberacoso es un problema grave. A menudo, esta falta de comunicación se deriva de la vergüenza o el miedo. A los niños les preocupa que el hecho de informar a un adulto empeorará el acoso cuando el acosador lo descubra, o que los maestros y los padres no podrán hacer nada para detener el abuso. Es esencial que pidas ayuda si crees que tus hijos están siendo acosados online. Busca formas prácticas de abordar el problema, cómo involucrar a los administradores de la escuela o ponerse en contacto con los sitios de redes sociales directamente.
2) Conserva todas las pruebas En algunos casos, el acoso cruza la línea y pasa de ser un simple problema a convertirse en acoso o amenazas criminales. Esto fue lo que le sucedió a Izzy Dix, que en septiembre de 2013 se suicidó después de sufrir acoso online continuo. Aunque la policía inició una investigación sobre el incidente, no encontró motivos para acusar a los "trolls" online de la muerte de Izzy. Su madre, Gabbi, acaba de obtener registros que muestran un patrón de acoso a través de las redes sociales y quiere que el caso se vuelva a abrir. Si su hijo es víctima de ciberacoso, asegúrese de guardar todos los mensajes y publicaciones de los acosadores: tome capturas de pantalla o fotos en el smartphone, además de registrar la fecha y la hora.
3) No sucumbas a la manipulación Nobullying.com informa de que el 55 % de todos los adolescentes que utilizan las redes sociales han sido testigos de alguna forma de acoso, y que el 95 % han ignorado el comportamiento por completo. Para combatir esto, se recomienda una mezcla de las acciones de reconocer y evitar. Aquellos que observan los ataques deben estar dispuestos a informar de los problemas a los amigos, familiares o maestros, mientras que para aquellos que están siendo acosados, lo mejor es hacer caso omiso de los ataques, en lugar de responder a ellos. El objetivo de cualquier acosador es incitar a la víctima para despertar su ira, es decir, "llegar" a su objetivo y conseguir que acepte peticiones disparatadas o afirmaciones maliciosas. La mejor opción es bloquear al acosador en las redes sociales y las cuentas de correo electrónico.
4) Más información Según InternetSafety 101.org, solo el 7 % de los padres están preocupados por el ciberacoso, a pesar del hecho de que el 33 % de los adolescentes han sido víctimas. Es crucial que los padres sepan todo lo que puedan acerca de lo que sus hijos están haciendo en Internet y con sus smartphones. De hecho, una idea generalmente equivocada es que los niños siempre son los agresores y las niñas, las posibles víctimas. Sin embargo, las niñas tienen las mismas probabilidades que los niños de ser víctimas y agresores. Mientras que los varones son más propensos a amenazar, las niñas se centran en el abuso emocional de las víctimas para socavar la autoestima, lo cual podría ser más perjudicial.
5) Entender el alcance Muchos adultos creen que los sitios de redes sociales son los posibles escenarios de los comportamientos de acoso, y tienen razón. Pero el 73 % de los adolescentes tiene ahora un smartphone, por lo que hay un mayor margen de daño potencial. El acoso puede producirse en Facebook, Twitter e Instagram, o bien a través de Snapchat, correos electrónicos y mensajes de texto que provienen directamente de los acosadores. Y dado que estos teléfonos nunca están lejos de las manos de adolescentes, el acoso puede ser casi constante. Con la velocidad vertiginosa a la que cambia la tecnología, es importante que vigile siempre los dispositivos móviles de sus hijos y su comportamiento online para adelantarse a las amenazas potenciales.
6) Reconocer los signos Un niño que sufre ciberacoso tiene el mismo aspecto que cualquier otro adolescente: a menudo se muestra reacio a hablar sobre cómo le ha ido el día o revelar información personal. Pero según el Centro Nacional para la Prevención del Crimen (National Crime Prevention Council, NCPC), debes buscar otras señales, como una pérdida de interés en sus actividades favoritas, faltar a clases y cambios en los hábitos de sueño o comida. Mientras que cualquiera de estas señales puede ser indicio de diversas preocupaciones, también podrías notar una súbita falta de interés en el uso del ordenador, o bien en el caso del niño que es el acosador, una ira extrema si le quitas sus privilegios de uso del teléfono o el ordenador.
7) Protege tus datos En el caso de Izzy Dix, los acosadores lograron crear un perfil de Facebook falso con una foto robada para publicar mensajes dañinos. Es importante que tanto tú como tu hijo adolescente seáis diligentes a la hora de publicar datos online. Es una buena idea limitar el número de fotos y la información personal que tu hijo adolescente pública online. Asegúrate de que sabe mantener las contraseñas siempre seguras y de que las cambian regularmente. Se sabe que los acosadores han logrado "piratear" los perfiles de las víctimas para publicar comentarios groseros y ofensivos. Asimismo, los adolescentes siempre deben establecer sus perfiles en las redes sociales como "privados" e ignorar los mensajes de personas que no conocen de nada.
8) Evita que se cambien las tornas Tal como señala Nobullying.com, algunas víctimas se enfrentan a los acosadores, y entonces se convierten personalmente en acosadores. Si bien esto puede parecer una manera de resolver el problema, lo que sucede a menudo es una especie de "ida y venida" entre la víctima y el agresor, lo que tiende a prolongar el comportamiento. Asegúrate de que educas a tu hijo adolescente para que sea respetuoso con los sentimientos y la privacidad online de los demás. Dile a tu hijo que entiendes el impulso que le lleva a querer tomar represalias, pero que a largo plazo, lo mejor es no involucrarse de esa forma ni seguir ese camino.
9) Permanecer juntos Es importante permanecer juntos y buscar soluciones a largo plazo para el ciberacoso. En Canadá, se ha presentado un proyecto de ley reciente por el que es ilegal distribuir las imágenes de una persona sin su consentimiento, y permite a la policía conseguir una orden judicial para obtener información acerca de los usuarios de Internet basándose en "motivos razonables para sospechar" que se ha cometido una ofensa. El proyecto de ley no es perfecto, pero podría convertirse en una hoja de ruta para que la futura legislación pueda mantener la seguridad de tus hijos en Internet. Mientras tanto, en Estados Unidos, las leyes varían de un estado a otro, por lo que es importante comprender cuáles son tus derechos y notificar cualquier problema a las autoridades correspondientes si se va de las manos.
10) Exige responsabilidades a los acosadores Un equipo de investigadores de la Universidad Clemson está desarrollando una aplicación que escanea fotos, vídeos y datos de redes sociales para reconocer los signos de acoso. Si se detecta el acoso, la aplicación avisa a la víctima, los padres, los administradores de la escuela e incluso al autor del acoso, para proporcionar visibilidad total y detener así el acoso de raíz. Incluso sin una aplicación lista para usar, los padres deben exigir responsabilidades a los acosadores, y deben alertar a los funcionarios de la escuela y a los padres de los acosadores. Los acosadores deben comprender que sus acciones tienen consecuencias, y todo el mundo merece vivir sin miedo. Las estadísticas de ciberacoso lo dejan claro: se trata de un problema grave y persistente. No obstante, armados con datos y soluciones viables, los padres y los adolescentes pueden ayudar a hacer retroceder la marea de la mala conducta online.
MI OPINIÓN
Mi opinión frente al ciberacoso al igual que muchas personas es negativa, ya que no apoyo ningún tipo de agresión o amenaza virtual que pueda dañar de manera psicológica a la persona, nunca he recibido ningún comentario negativo o ciberacoso, pero estoy seguro que debe sentirse humillante que quieran dañarte mediante medios tecnológicos, esto ya que me la paso gran parte de mi tiempo libre en redes sociales y seria una pena vivir con miedo y vergüenza de lo que se pueda hablar de mi en estos medios, y aunque yo llegue a hacer ciberacoso a un compañero de mi salon, me arrepiento y no se que pensaba, no lo volvería a hacer, mi opinión sobre lo que le dije a aquel compañero aunque le lastima sigo creyendo lo mismo, pero no cometería acoso cibernético contra nadie mas, nunca mas, aquellos que lo comenten (incluyendome) son personas que reflejan cobardía e inseguridades que retratan en los demás al no poder aceptarse con sus propios problemas, así que mi opinión frente al acoso cibernético es una gran desaprobación.
es muy importante tener conocimientos sobre este tema
ResponderBorrarmuy interesante el contenido.
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